La técnica en investigación del STRI busca desentrañar procesos ecológicos y evolutivos, analizando los otolitos de los peces. Su trabajo contribuye al desarrollo de políticas públicas
22 noviembre 2021 |
Trabaja en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) como técnica de investigación en el laboratorio del Dr. Aaron O'Dea, ecólogo marino y miembro distinguido del Sistema Nacional de Investigación, quien la considera “un modelo a seguir por las jóvenes científicas panameñas”.
Brígida enfoca su curiosidad científica en la taxonomía de animales marinos fósiles y actuales, y puede identificar corales, almejas, caracoles y briozoos. Su especialidad son los otolitos de peces fósiles. Además, maneja la mejor colección de referencia de esqueletos de peces tropicales en Centroamérica, la cual incluye especies de ambas costas del istmo, y capacita a jóvenes científicos. Espera terminar, algún día, un doctorado en paleontología.
En las giras, bucea y recoge muestras de sedimentos fósiles en tubos de aluminio. Mezclados con la arena, hay caracoles, fragmentos de diferentes tamaños de coral y de conchas, huesos, dientes y otolitos de peces. En el laboratorio, se cortan los tubos y los sedimentos se separan, tomando en cuenta la profundidad de donde se obtuvieron, luego se tamizan y se procesan.
Los otolitos son como piedras que se encuentran en los canales semicirculares de la cabeza de los peces que tienen esqueleto, en el interior del aparato vestibular (oído interno). Están formados por cristales de carbonato de calcio, aragonito y apatita, y funcionan como sensores de profundidad, mantienen el equilibrio del pez y le ayudan a detectar vibraciones y sonidos.