Apoyo familiar es crucial para el bienestar del paciente con Parkinson

La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo que se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas en nuestro cerebro. Principalmente las neuronas que producen dopamina (neurotransmisor, permite que las neuronas se comuniquen entre sí), sin embargo, no quiere decir que son las únicas que se pierden. Esta pérdida condiciona alteraciones motoras que son características de la enfermedad.

12 abril 2022 |

. Las diferencias con respecto a la enfermedad de Alzheimer son muchas pero lo más importante es que clínicamente en esta última la característica principal es la pérdida de memoria, lo cual no ocurre con el Parkinson. 
 
“La causa de la enfermedad no está clara, pero sabemos que es una combinación de predisposición genética y alguna exposición ambiental aún por definir. La mayoría de los pacientes no tiene un antecedente familiar. Lo que nos hace pensar que la mayoría no tiene un componente de herencia. No podemos dejar de decir que cuando la enfermedad se manifiesta tempranamente, menos de 50 años, una causa genética es más probable”, nos indica el Doctor Rainier Rodríguez, especialista en Medicina Interna, Neurofisiología y Neurología del Hospital Paitilla.
 
Los síntomas clásicos de la enfermedad son la lentitud, la rigidez y el temblor. Las dos primeras son muy frecuentes y el temblor puede estar ausente en hasta un 30% de los pacientes. “Por esta razón es importante decir que no todo paciente que tiene temblor tiene Enfermedad de Parkinson, el síntoma más importante es la lentitud”.
Existen otros síntomas asociados a la enfermedad conocidos como “síntomas no motores”, que son importantes porque suelen estar presentes incluso mucho antes del inicio de los síntomas motores. Algunos de éstos son ansiedad, depresión, insomnio, estreñimiento y algunos trastornos del sueño.
 
Aparece principalmente en dos grupos de edades: mayores de 65 años que representa un 60% de los pacientes y el otro 40% que manifiesta la enfermedad con 50 años o menos. “Existe la idea que la enfermedad es de pacientes adultos mayores, pero esto no es real como podemos ver porque hasta un 40 % de los pacientes pueden iniciar tempranamente. En cuanto al sexo no hay una real diferencia de género”.
 
El diagnóstico de la enfermedad es clínico, lo que quiere decir es que no hay una prueba de imagen o examen de sangre que nos permita confirmar el diagnóstico. La respuesta a un medicamento conocido como Levodopa ayuda en el diagnóstico de los pacientes ya que una buena respuesta al mismo es muy típica y característica de los pacientes con Parkinson. Las pruebas genéticas son útiles en pacientes jóvenes y con una historia familiar de la enfermedad.
 
El tratamiento es sintomático, quiere decir que está dirigido hacia los síntomas de la enfermedad, pero no modifica la progresión de la enfermedad. Dentro del tratamiento está el farmacológico, el no farmacológico y el quirúrgico. Los fármacos de mayor uso son la Levodopa y los agonistas dopaminérgicos. En el tratamiento no farmacológico, lo principal es el ejercicio frecuente y la dieta basada en comida no procesada. Por último, el tratamiento quirúrgico de la enfermedad en el que se colocan estimuladores cerebrales profundos, que mejoran ciertos síntomas en los pacientes.
 
El paciente puede llevar un mejor estilo de vida realizando ejercicios por lo menos 5 veces por semana, 30 minutos. Hay ciertos ejercicios que pueden ayudar más como los de estiramiento y existe buena evidencia científica que la fisioterapia guiada por un experto en la materia contribuye a la mejoría de los síntomas de los pacientes. También hay evidencia que la dieta basada en consumo bajo o nulo de comidas procesadas, con un enfoque más orgánico en lo que comemos puede tener beneficios.
 
La enfermedad no tiene cura, solo se tratan los síntomas, lo que mejora la calidad de vida de los pacientes. “No hemos podido encontrar un tratamiento que evite la muerte neuronal, que es la causa principal de la enfermedad”.
 
“El paciente requiere de apoyo familiar al cien por ciento, pues el apoyo del entorno es importante para su bienestar psicológico y físico, porque estos pacientes requieren de fisioterapia y terapias de deglución (tragar) y lenguaje. También múltiples citas a las que deben asistir por lo que necesitan ayuda para movilizarse”.
“Existen múltiples líneas de investigación en la enfermedad de Parkinson, como el tratamiento con anticuerpos monoclonales para evitar la muerte neuronal, medicamentos que puedan ser fácilmente administrados en las etapas más avanzadas de la enfermedad, inteligencia artificial para poder ajustar parámetros de estimulación cerebral profunda. Pero esto no pasa de estar en estudio y en esperas de resultados para poder ser aplicados a la población”, concluyó el Doctor Rodríguez. 

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