Welwitschia, una de las plantas más antiguas del planeta, solo tiene dos hojas que se alargan constantemente, en una vida que puede durar milenios
03 agosto 2021 |
"Un genoma muy eficiente y de bajo costo"
Los investigadores, liderados por Tao Wan, botánico del Fairy Lake Botanical Garden en Shenzhen (China), analizaron el genoma de la planta para entender su forma única, la longevidad extrema y la profunda resiliencia.
Así, concluyeron que, hace aproximadamente 86 millones de años, durante una época de mayor aridez y sequía prolongada en la región —y posiblemente la formación del propio desierto del Namib— el genoma completo de Welwitschia se duplicó tras un error en la división celular, indica Wan, quien detalla que el "estrés extremo" a menudo se asocia con tales eventos de multiplicación.
Sin embargo, tener más material genético tiene un costo, prosigue el científico, explicando que la actividad "más básica para la vida es la replicación del ADN", por lo que "si tienes un genoma grande, es muy importante mantener la vida", especialmente en un entorno tan duro.
Por otra parte, una gran cantidad del genoma de Welwitschia son secuencias de ADN autoreplicantes 'basura' llamadas retrotransposones, que vivieron un 'estallido' de actividad hace uno o dos millones de años, probablemente debido al aumento del estrés por temperatura. Para contrarrestar esto, el genoma de Welwitschia experimentó cambios epigenéticos generalizados que silenciaron el ADN basura a través de un proceso llamado metilación del ADN.
Este proceso, junto con otras fuerzas selectivas, redujo drásticamente el tamaño y el costo de mantenimiento energético de la biblioteca duplicada de ADN de Welwitschia, lo que le dio "un genoma muy eficiente y de bajo costo", señala Wan.
Otros ajustes genéticos
Además, mientras la hoja de una planta promedio crece desde los ápices, o las puntas de su tallo y ramas, la punta de crecimiento original de Welwitschia muere, de manera que sus hojas salen de un área vulnerable de la anatomía de la planta llamada meristema basal, que suministra células frescas a la planta en crecimiento, apunta el experto. Una gran cantidad de copias o una mayor actividad de algunos genes involucrados con el metabolismo eficiente, el crecimiento celular y la resistencia en esta área pueden ayudar a que continúe creciendo bajo un estrés ambiental extremo.
Las lecciones genéticas de Welwitschia pueden ayudar a los humanos a producir cultivos más resistentes y menos sedientos en un contexto de calentamiento global, concluye The New York Times.