Deco: Un casa en Notting Hill, victoriana pero muy moderna

En uno de los barrios más atractivos de Londres, Notting Hill, se sitúa esta amplia residencia construida en el primer tercio del siglo XX. Es un espacio único que compagina la estética, la arquitectura y la historia de aquella época con objetos de diseño, piezas 'vintage', textiles de estampado geométrico y obras de arte 'pop'.

08 abril 2019 |

Una casa en Notting Hill - Una vivienda 'vintage' y cosmopolita

Notting Hill es uno de los barrios más cosmopolitas y encantadores de Londres. Allí se sitúa esta residencia de estilo victoriano que data de 1930. Al igual que el resto de las construcciones del entorno, la casa, que tiene 250 m2, se divide en dos alturas. A esta superficie interior se suma un jardín de 30 m2. El sofá y los cojines Luuna, de Elnaz Namaki Studio, y una obra del artista Ori Gersht aportan calidez a la entrada de la vivienda.

Si hay algo que marca la temperatura de esta residencia londinense es el color blanco de la mayoría de sus paredes. Los propietarios consiguieron aportar calidez al combinarlo con piezas de diseño, textiles de estampados geométricos y accesorios de colores. En el salón: sofá de cuero West Elm y sofá blanco Luuna, de Elnaz Namaki Studio; mesa, deVinterior; alfombra, de Kelly Wearstler para The Rug Company; pinturas de Russell Young (encima de la chimenea) y de Georgie Hopton, y aparador adquirido en el mercado de Saint-Ouen de París.

La bañera y el lavabo del baño principal fueron realizados a medida por Drummonds. Los grifos son de Lefroy Brooks y la iluminación, de Kaia Lighting.

La iluminación del baño se basa en luces artificiales y la áreas por las que entra luz natural. El techo de cristal permite que entre luz natural en la ducha.

Otro de los elementos con los que jugaron los dueños fue la iluminación: fría en espacios como el baño y mucho más cálida en los dormitorios y en las zonas de estar, con lámparas auxiliares. En el salón: sofá de la colección Luuna, de Elnaz Namaki Studio; mesa de centro, de West Elm; mesita auxiliar, de The Old Piece; lámpara de techo, de Stilean Lighting, y cuadros, de Eddie Martínez.

Los dueños apostaron por una distribución completamente diferente a la original con el objetivo de ganar metros. Para conseguirlo, tiraron muchas paredes y construyeron en su lugar ventanales que definen los ambientes de las estancias y permiten que la luz natural llegue a todos los rincones. Todos los muebles de la cocina, incluida la isla de mármol blanco de Carrara, son de Mark Wilkinson. Las lámparas son de Bert Franck.

La vivienda tiene dos amplios salones, tres dormitorios y dos baños. En todas las estancias de la casa se apostó por una gama cromática neutra y por el uso de materiales nobles, especialmente madera y mármol.En el baño: La mampara que parece un ventanal y el suelo de mármol de colores dan un toque original a uno de los baños de la casa.

Para romper con la generalizada sobriedad imperante, los propietarios se decantaron por una decoración ecléctica. Muebles contemporáneos, multitud de piezas de estilo 'vintage', accesorios y textiles de estampados geométricos y obras de estilo 'pop'. En el dormitorio: cama, de West Elm; banco, de Enaz Namaki Studio; alfombra, de The Rug Company; cuadros, de Sophie de Stempel, y lámparas de Louis Poulson sobre mesitas de noche fabricadas a medida.

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