Cumbre UE-Ucrania: demostración de fuerza de los líderes de la UE en Kiev

"Seguiremos aumentando aún más la presión": a su llegada a Kiev, y mientras circulan cada vez más rumores de una nueva gran ofensiva rusa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se mostró inflexible ante Moscú. "Para el 24 de febrero, exactamente un año después del inicio de la invasión, pretendemos tener en vigor el décimo paquete de sanciones", anunció en una rueda de prensa conjunta con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

"Seguiremos apoyando a Ucrania el tiempo que haga falta"

"Hoy, Rusia está pagando un precio muy alto, porque nuestras sanciones están erosionando su economía, haciéndola retroceder una generación", dijo, cuando Bruselas lleva casi un año aplicando un aluvión de sanciones para limitar los ingresos de Moscú. Entre ellas, una de las medidas más llamativas es la limitación del precio de las exportaciones de petróleo ruso a 60 dólares. Según Ursula von der Leyen, este límite, fijado a principios de diciembre por la Unión Europea, el G7 y Australia, "ya le está costando a Rusia unos 160 millones de euros al día".

A principios de diciembre, la UE también estableció un embargo sobre el crudo ruso transportado por mar. Esta medida se ampliará el domingo a la compra de productos petrolíferos refinados rusos y los países del G7 también limitarán el precio de estos productos.

Justo antes de las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea, el Consejo Europeo había anunciado el desbloqueo de 500 millones de euros en ayuda militar a Kiev, así como 45 millones para misiones de entrenamiento. Con ello, la ayuda europea total desde el inicio del conflicto asciende a 60.000 millones de euros. "Seguiremos apoyando a Ucrania el tiempo que haga falta y sea necesario", declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

La cuestión de la adhesión, en el orden del día

Los anuncios se producen mientras Kiev acoge este viernes una cumbre de líderes de la UE y Ucrania. Los 27 jefes de Estado y de Gobierno estarán representados por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea y el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, que se reunirán con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. "Es un gesto fuerte", afirma Sylvain Maillard, director del Instituto Jacques Delors. "Es la primera vez, creo, en la historia de la construcción europea que toda una delegación de comisarios europeos viaja a un país en guerra para darle esta señal", subraya.

Uno de los temas que se debatirán en la cumbre es la adhesión de Ucrania a la Unión Europea. Polonia y los países bálticos, muy implicados en la ayuda militar a su vecino en guerra, son algunos de los que creen que la solicitud de adhesión de Kiev debe estudiarse lo antes posible. Pero un número significativo de grandes Estados miembros no quiere enviar un mensaje demasiado alentador. El año pasado, Emmanuel Macron dijo que el proceso podría llevar "décadas". Las autoridades ucranianas, por su parte, tienen en mente otro calendario: el jefe de la diplomacia, Dmytro Kuleba, habla de iniciar las negociaciones de preadhesión a finales de este año.

Las grandes expectativas ucranianas

Las expectativas son muy altas en el entorno del presidente ucraniano, quizás incluso demasiado, según varios expertos que han hablado en los medios de comunicación en las últimas horas, informa nuestro corresponsal en Kiev, Stéphane Siohan. El objetivo, para Kiev, es que las negociaciones de adhesión con Bruselas comiencen lo antes posible. El primer ministro, Denys Chmyhal, declaró que "estas negociaciones podrían comenzar este año, allanando el camino para la adhesión en un plazo de dos años".

Sin embargo, los diplomáticos europeos se muestran mucho más cautos. Según varias fuentes, esta cumbre pretende sobre todo tranquilizar a los ucranianos, reafirmar su apoyo a la adhesión, pero sólo cuando se cumplan varios criterios. Por ejemplo, en junio de 2022, cuando se concedió a Kiev el estatus de país candidato, la Comisión Europea estableció siete condiciones para la apertura de negociaciones. Entre ellas, la reforma de la justicia, la reforma del Tribunal Constitucional, la lucha contra la corrupción, contra el blanqueo de dinero y una nueva ley que regule el sector de los medios de comunicación.

Sin embargo, aunque ha habido avances, aún queda mucho trabajo por hacer, especialmente en la cuestión crucial del Tribunal Constitucional. Dicho esto, puede parecer comprensible que Ucrania se vea frenada en este tipo de reformas en un periodo de guerra. La cumbre será una oportunidad para que la delegación de la UE compruebe si Ucrania está haciendo sus deberes.

"Ningún compromiso firme"

"Lo que podemos esperar es sin duda un discurso europeo relativamente realista, es decir que, por una parte, reafirmará esta perspectiva europea de Ucrania, que tomará nota también de las reformas que se han realizado recientemente en plena guerra, y en particular desde el punto de vista de la lucha contra la corrupción, pero que, por otra parte, no asumirá ningún compromiso firme en cuanto al calendario de adhesión de Ucrania", explica Laure Delcour, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Sorbona-Nouvelle.

En junio, la Comisión Europea recomendó conceder el estatuto de candidato a condición de que Ucrania emprendiera una serie de reformas legislativas y políticas. El jueves en Kiev, Ursula von der Leyen celebró los recientes esfuerzos para luchar contra la corrupción. "Los 27 sienten a veces que la Comisión ha dado demasiadas señales de ánimo para una adhesión rápida y quieren calmarse", comenta un observador. La idea de una adhesión gradual está ahora sobre la mesa. Permitiría a Ucrania acceder a los programas europeos y beneficiarse de la financiación europea durante las negociaciones. Una forma de tomar su tiempo sin desanimar a los ucranianos.