Panamá pierde grado de inversión en informe de Fitch Ratings

Este jueves 28 de marzo el escenario económico panameño fue sacudido por el informe de la calificadora de riesgo Fitch Ratings que rebaja la calificación de Panamá de BBB- A BB+ y que por consecuencia directa trae la pérdida del grado de inversión.

28 marzo 2024 |

El economista Domingo Latorraca en entrevista confirmó que la pérdida del grado de inversión es un hecho.
“Cada calificadora tiene una escala y nosotros (Panamá) estábamos en el último peldaño, donde los bonos de esa calificación que acabamos de perder tenían una evaluación positiva (…) Al nosotros bajar entramos en una calificación que se llama “bonos basura” y eso es un término muy duro, pero es como el mercado lo califica”, señaló el economista.

También el economista Ernesto Bazán en su cuenta de X, aseguró que, en efecto con esta baja en la calificación, Panamá pierde su grado de inversión. Información que también fue registrada por la agencia Bloomberg en su página web.

“Fitch Ratings despojó a Panamá de su calificación crediticia de grado de inversión, ya que el cierre de una mina de cobre clave el año pasado se sumó a las preocupaciones fiscales del país y a los riesgos de socavar las perspectivas de crecimiento”, se lee en la traducción al español de la nota publicada por Bloomberg.

Por su parte, el economista Felipe Argote también contó a TVN-2.com que esta decisión no significa que Panamá va a quedar en “bonos basura” como otros países de la región, sino que se pone en advertencia a los inversionistas de que existe “cierto nivel de riesgo” de que no se puedan pagar las emisiones de bonos.

Independiente de si nos quitaban o no el grado de inversión, ya el mercado había decidido que nosotros no teníamos grado de inversión; ya el mercado casi que triplicó el valor de lo que tenemos que pagar cuando emitimos bonos”, explicó Argote.
Argote recordó que, al inicio de este gobierno, la emisión de bonos se daba a una tasa cupón de 3%, y ahora con los últimos bonos que emitió el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander se registró al 7.79%.

Desde su punto de vista, no es “difícil recuperar el grado de inversión”, pero debe haber un gobierno que no sea corrupto, que se reduzca el gasto público, por ejemplo, el “gasto que hay en la Asamblea”, y que no repartan dinero como si “fueran pastillas”.

Planteó que el “grado de inversión de miles de panameños ya se perdió por la pésima distribución de las riquezas”, y con esto se puede aumentar aún más el costo de vida, el cual no se puede soportar con los bajos salarios que existen en el país.

La clase media ya perdió, no tiene más nada que perder”, recalcó el economista.
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¿Cómo puede afectar a los panameños?
Lejos de ser un tema técnico que solo entienden los economistas, la pérdida del grado de inversión tienen altas implicaciones para el gobierno y para el común de los panameños.

En el caso del gobierno la inversión en obras podría verse afectada por los costos, mientras que a los panameños el impacto les podría llegar por sus préstamos personales, hipotecarios, de autos y tarjetas de crédito.

“Para todos los que tenemos préstamos bancarios, los intereses que nos cobran nos van a subir y eso es porque el costo de fondeo de Panamá va a subir (…) Y desde el punto de vista de inversiones del Estado, se van a ver limitadas. Si estabamos pagando 5% por la deuda, ahora va a subir y seguirá subiendo y eso limita en cuánto dinero va a invertir a Panamá en otras líneas del metro o en otros hospitales”, dijo Latorraca.

En tanto, el economista David Saied, sintetizó que esta decisión impacta de manera directa al sector bancario, quienes a la vez verterán las afectaciones a los consumidores y a las empresas con aumento de las tasas de interés de letras de hipotecas, préstamos de autos, tarjetas de crédito, entre otros productos financieros.

Manifestó que las empresas tendrán desafíos enormes en cómo reducir costos y realizar ajustes económicos para evitar mayores afectaciones.

Al igual que Argote, Saied aseguró que la única forma de “subsanar la enfermedad” es reduciendo el excesivo gasto público que se ha estado viendo en esta administración, que prevé finalice en una deuda pública de 50 mil millones aproximadamente.

Las calificadoras se han dado cuenta que, aunque cambie la administración, es probable que no se reduzca el gasto público, y la única forma de curar la enfermedad de deuda es rebajando el gasto público”, enfatizó.
Los analistas consideran que el próximo gobierno debe tener “disciplina fiscal”, atacar la corrupción, trabajar para reducir el gasto público, es decir, no aumentar las planillas estatales y facilitar la inversión tanto para los inversores locales como los extranjeros. Subrayaron que, para salir de esta situación, la economía debe reflejar un mayor crecimiento con respecto al gasto público.

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