'Halloween Kills' - Habrá matanza

'Halloween Kills' es una secuela valiente. Se atreve a hacer cosas, se atreve a dejar atrás las películas originales para dar paso a algo nuevo, y eso hay que valorarlo.

23 octubre 2021 |

'Halloween Kills' es una secuela valiente. Se atreve a hacer cosas, se atreve a dejar atrás las películas originales para dar paso a algo nuevo, y eso hay que valorarlo. 'La noche de Halloween' de 2018 era muy disfrutable, divertida y un buen punto de partida para una nueva trilogía, especialmente por el trato que le daban a Laurie Strode como una mujer atrapada en aquella noche de Halloween de 1978. Pero tenía más de remake que de secuela, quizá no tan descarado como en el retorno de hace unos años de Star Wars o Parque jurásico Park, pero se repetían muchos patrones del film de John Carpenter. En ese sentido, 'Halloween Kills' es una evolución. Una declaración de intenciones por parte de David Gordon Green y Blumhouse de querer construir algo con identidad propia. El problema es que la valentía y originalidad no van siempre de la mano con una buena ejecución.

Tiene dos partes claramente diferenciadas, una más pausada en la que se desarrolla todo el conflicto sobre el que gira la trama y otra mucho más salvaje y frenética. La primera parte es donde fracasa, con un prologo absolutamente innecesario y una forma errónea de enfocar una secuela que no necesitaba apoyarse en la reconstrucción del final de la película de 1978 para ser interesante. A partir de ahí, todo es un devenir de flashbacks de su predecesora que lastran su ritmo, una parte dramática que a nivel de implicación no funciona con ningún personaje (aún menos con el protagonista) y unas dosis de matanza por parte de Michael Myers bastante escasas, pero brutales. David Gordon Green sabe como rodar set-pieces de asesinatos, ya lo demostró en la anterior y en esta va más allá. Es interesante ver como recuperan a personajes prácticamente olvidados, manteniendo el reparto, para darle empaque como secuela directa de la original a esta nueva trilogía. Con algunos funciona bien, con otros se centran demasiado en cerrar heridas que nadie pidió que volvieran a ser abiertas, en general es un recurso que no funciona del todo.

En su segunda parte es cuando se anima y sale a escena la película que debería haber sido todo el tiempo 'Halloween Kills'. Un bodycount por parte de un brutal y amenazante Michael Myers, con violencia muy explicita, perseguido por la masa enfurecida del pueblo de Haddonfield que ya están hartos de vivir con miedo. El ritmo de la cinta se vuelve frenético. John Carpenter se desata en la BSO, que como era de esperar, es uno de los puntos fuertes de la película. David Gordon Green consigue transmitir la frustración y agresividad de la gente de Haddonfield, especialmente en una escena que tiene lugar en un hospital y que habla muy bien de los linchamientos públicos que suceden hoy en día. El director potencia aún más la brutalidad de las set-pieces y se marca un tramo final visualmente atractivo, muy lejos de la propuesta tan plana que es durante el resto del metraje, contando con un final abrupto e impactante, que funciona a la perfección. Con 15 minutos menos su primera parte no se sentiría tan dilatada y el ritmo no se vería tan afectado. No es el único de sus problemas, pero para un film como este, que su principal propósito es el de ser un disfrute puro y duro, es un gran hándicap y hace que el resto de sus tropiezos resalten aún más.

'Halloween Kills' nos da una de cal y otra de arena. Sus fallos pesan mucho y me impiden disfrutar del todo de ella. Ganas no me faltaban, era de los estrenos que más esperaba del año. Tenían un punto de partida excelente y han decidido inventarse caminos nuevos que no aportan, solo restan. Esperemos que con 'Halloween Ends' le den un colofón digno a la trilogía.

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