'El lobo de Snow Hollow' - Sobrevivir (de nuevo) a uno mismo

El lobo de Snow Hollow' no es una película para todo el mundo, al igual que tampoco lo era la ópera prima de Jim Cummings, esa 'Thunder Road' con la que esta segunda tiene mucho en común

12 julio 2021 |

El lobo de Snow Hollow' no es una película para todo el mundo, al igual que tampoco lo era la ópera prima de Jim Cummings, esa 'Thunder Road' con la que esta segunda tiene mucho en común. Hasta el punto de que si nos apetece, podemos considerarla como una especie de secuela sin que nadie pueda decir lo contrario. Cummings se confirma como alguien al que marcar de cerca con esta nueva obra que introduce lo visto en aquella de 2018 (estrenada en España en 2020) en "una de terror" con un toque a los hermanos Coen y otro a Quentin Dupieux.

Al igual que su ópera prima, 'El lobo de Snow Hollow' no es una película fácil por más que de nuevo, precisamente, su libertinaje tonal sea su mayor virtud: La capacidad para "funambular" -me vuelva a perdonar Pérez-Reverte- sobre esa línea en la que la comedia, el drama y en este caso también el terror, la seriedad, la ligereza y en este caso también lo genérico, lo grave, lo distendido y en este caso también un hombre lobo se funden en uno solo. Y si aquella era un falso drama envuelto en comedia (y viceversa), esta sería una falsa película de terror envuelta en comedia (o al revés).

No queda claro el qué, ni cuáles son las verdaderas intenciones de un Cummings que juega con las expectativas del público, el cual se encontrará con una perversión genérica cercana al conmigo o contra mí. Como todo autor que pueda o quiera ser considerado como tal, todo está marcado por el particular sentido del humor de Cummings que confiere a la película un toque personal, y tan distintivo como para no dejar a nadie medio camino de una opinión. Una virtud envenenada que lo dicho, recuerda a la de Quentin Dupieux si este pareciera alguna vez querer hablar en serio.

No es que Cummings lo sea. Pero lo parece... al mismo tiempo que no lo parece. Y aunque aquí el retrato de su protagonista no sea tan afilado como en 'Thunder Road' ni la película tan redonda y cercana como aquella, no hay duda que al igual que Ari Aster con 'Midsommar', Cummings no quiere verse reducido a ser fondo de armario dentro de un catálogo temático en el que muchos fans no entenderán su presencia. Y todo ello porque 'El lobo de Snow Hollow' es difícil de etiquetar, y por eso mismo, tan fácil de abrazar o rechazar por encima de sus posibilidades.

Eso sí, con modestia y humildad. Pulcramente, sin estridencias. De forma cotidiana y mundana.

TE INTERESA