Morgan también añade la ventaja del tiempo que tendrá el público para poder apreciar las obras, ya que en el caso del recinto original, por ser un lugar tan concurrido, los visitantes tienen aproximadamente unos 15 minutos para poder mirar las pinturas, antes de darle paso al siguiente grupo de visitantes.
Otro punto que quiso resaltar, es que la exhibición solo abarca el trabajo de Miguel Ángel. “No es una replica de la Capilla Sixtina completa” y entre las obras estarán La creación de Adán, Caída del Hombre, pecado original y expulsión del Paraíso y El juicio final, siendo esta última la más grande que habrá con una dimensión de 12 x 12.5 metros.
Añade que cada obra tendrá leyendas explicativas. “Es uno de los puntos enriquecedores de la exhibición. En la Capilla Sixtina no tienes un guía que te explique de qué se trata cada pintura. Si no has leído o estudiado antes sobre ellas, la experiencia es solo visual”, explica Morgan, agregando que se pondrá a disposición de los visitantes un servicio de guías para los grupos, y audio guías, en ocho idiomas distintos.
Por otro lado, Roxana Ricord, promotora de arte del proyecto, resalta la importancia de este evento dentro de la educación.
“Es importante que los jóvenes conozcan a estos grandes artistas, porque a través del arte se pueden conocer así mismo”, señala Ricord.
Ricord considera que para todos los interesados en expresarse en alguna disciplina artística es de vital importancia conocer la historia, los inicios y las bases de estas expresiones.
Otro mensaje que saca de esta exposición es la historia en sí de las pinturas, de cómo Miguel Ángel decidió no limitarse a los parámetros establecidos por el papa Julio II en 1508, quien tenía en mente algo más sencillo, para cuatro años después entregar el monumental trabajo que se conserva hasta nuestros días. “Hay que ser un poquito rebelde también, no siempre hay que aceptar todo lo que está establecido, siempre hay que dar un poco más, para desarrollar obras tan maravillosas como esta”, anota Ricord.