Banco Mundial pronosticó un crecimiento para Panamá de 7.8% para el 2022

El proceso de recuperación hacia los niveles del producto interno bruto (PIB) anteriores a la pandemia será desigual en la región y prolongado en algunos países.

11 enero 2022 |

La vacunación contra la Covid-19 apalancó las perspectivas de crecimiento emitidas por el organismo internacional. Sin embargo, esto dependerá en gran medida del comportamiento de los contagios. 

A nivel de Centroamérica, Panamá encabeza la tabla sobre crecimiento económico proyectada por el Banco Mundial, y divulgada este martes 11 de enero de 2022.

El pronostico apunta que la economía panameña cierra el 2021 con un repunte de 9.9%, mientras que proyectan que en el 2022 crecerá al 7.8% y para el 2023 un 5.0%. Esto luego de la estrepitosa caída sufrida en 2020 de -17.9%.

De acuerdo con las previsiones del organismo, en este año 2022 Honduras tendrá un crecimiento de de 4.4%, El Salvador un 4.0%, Guatemala un 3.9%, Costa Rica un 3.5% y Nicaragua un 3.0%.

La fuerte demanda en destinos clave de las exportaciones (Estados Unidos y China), los precios altos de los productos básicos y el volumen elevado y constante de las remesas enviadas a los países de América Central y el Caribe apoyaron el crecimiento en 2021, a nivel de la región. 

A nivel global en Centroamérica, el crecimiento se mantendrá sólido en 2022, en un 4,7 %, debido a la mejora en las perspectivas respecto de la vacunación contra la Covid-19 y la entrada firme y continua de remesas. 

Asimismo, según el Banco Mundial se espera que, en la mayoría de los países del Caribe, el crecimiento se acelerará en 2022 como resultado del repunte previsto en el turismo internacional.

En tanto, hizo la observación que estas perspectivas están expuestas a diversos riesgos de deterioro, entre los que se incluyen un aumento abrupto en la cantidad de casos de Covid-19, tensiones en el financiamiento y estrés relacionado con la deuda, y disrupciones provocadas por acontecimientos meteorológicos extremos y desastres naturales.

A su vez, la durabilidad de la recuperación económica en América Latina y el Caribe, como en otros lugares, depende de que se controle la pandemia.

Los brotes de Covid-19, incluidos los ocasionados por nuevas variantes del virus, siguen constituyendo un riesgo a la baja incluso en países con altas tasas de vacunación, acotó. 

Especificó que un deterioro repentino de la actitud de los inversores, especialmente en un entorno de alta inflación y cuantiosa deuda pública, podría generar dificultades para afrontar el servicio de la deuda y episodios de salidas de capitales.

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